¿No me hará perder técnica la bici de carretera?

Hoy son muchos los que hacen la mayoría de sus entrenamientos en bici de carretera, hasta un 90%, para poder controlar mejor la intensidad. ¿No puede repercutir esto en la pérdida de un poco de técnica y “tacto de montaña” cuando te enfrentas a una maraton o una marcha de mountain bike?

En efecto hacer una proporción tan elevada de entrenamiento en la bici de carretera a nuestro juicio es excesivo por varios motivos.

1- El primero es que si no montas con frecuencia en montaña lo normal es que pierdas sensaciones cuando la cosa sea un poco técnica. Conducir la bici en subidas o bajadas técnicamente exigentes es algo que se debe entrenar o por lo menos no dejar de hacerse. No solo para ir más rápido sino también para ir más seguro. Cuando dejamos de salir con frecuencia con la de montaña, si no somos muy buenos técnicamente hablando, lo normal será que en las trialeras se nos acumule el trabajo y acabemos poniendo pie a tierra más a menudo de lo que deberíamos.

2- Por otro lado, sabemos que la exigencia muscular en montaña es diferente. El pedaleo es menos constante y con más altibajos que en carretera. Y esto también requiere una adaptación o entrenamiento muscular.

3- Además desde el punto de vista lúdico y si vienes del MTB lo normal es que te llame más la atención las salidas de montaña, y por lo tanto, es posible que haciendo mucha carretera te acabes aburriendo más fácilmente.

4- Por último, la seguridad. Circulando en carretera el riesgo de atropello siempre está presente, mientras que en montaña el nivel de riesgo realmente lo pone uno mismo en función de lo que arriesgue bajando.

A nosotros nos gusta hacer aproximadamente la mitad de los entrenamientos en montaña por los motivos anteriormente explicados. En general nos gusta la montaña para los entrenamientos más intensos y la carretera para los más suaves, sobre todo porque es más sencillo mantener un ritmo medio-bajo. La principal ventaja del entrenamiento en carretera es que es más sencillo mantener un ritmo constante en el tiempo cuando el objetivo es trabajar a una intensidad determinada. Pero sin olvidarse de que el entrenamiento debe ser específico y parecido a la competición