Uno de los dilemas que nos encontramos los bikers es decidir que tipo de lubricante debemos utilizar para nuestra bicicleta. Existen muchos tipos de lubricantes, cada uno con características diferentes aptos para distintas condiciones climáticas. A continuación te explicamos las diferencias entre ellos:
Ceras: Es el tipo de lubricante de moda actualmente. Su capacidad de adaptación (tanto en condiciones secas como húmedas) y su gan durabilidad hace que cada vez sean más los ciclistas que utilicen este tipo de lubricante. Además estan fabricados con materiales biodegradables (origen animal y vegetal), por tanto son ecológicos, un aspecto importante, más teniendo en cuenta el cambio de normativa de la CE al respecto. Otra ventaja de las ceras es la facilidad a la hora de eliminar los resisuos de cadena, coronas y platos, ya que el polvo y la suciedad no queda tan incrustada como en el caso de los aceites tradicionales. Resistente al agua.
Aceites con base de cerámica: También son resistentes al agua. Están fabricados a partir de aceites sintéticos y minerales los cuales incorporan partículas de cerámica para dar mayor capacidad de resistencia a la compresión y fricción. Ofrece una protección duradera. Estos aceites suelen ser de textura líquida, teniendo un mayor poder de penetración y acumulando pocos residuos a lo largo de su uso.
Aceite con teflón: Son aptos tanto para condiciones húmedas como secas. En el primer caso, el aceite es mucho más viscoso y denso, para evitar que el contacto con el agua (lluvia, barro, nieve…) elimine el lubricante de nuestra cadena. Está especialmente indicado para condiciones de humedad extremas. En su versión para terrenos secos la presentación es más líquida, siendo apto para lubricar cambios, frenos y mandos. El teflón permite tener un alto poder de protección, disminuyendo la suciedad acumulada.
Lubricantes (aceites) convencionales: Proporcionan una protección de la cadena, disminuyendo la fricción y alargando la vida útil de los diferentes componentes 8cadena, cassette y platos). Son aptos para lubricar cables y partes móviles. Suelen acumular bastante polvo y suciedad, quedando incrustada en nuestra cadena, siendo más costoso eliminar estos residuos.
Sea cual sea la opción elegida, siempre tenemos que aplicar el lubricante después de desengrasar, limpiar y secar bien la cadena, cassette, platos y roldanas. Recuerda que para poder realizar una correcta limpieza de las partes móviles de la bicicleta es necesario extraer la rueda trasera, de esta forma podremos acceder a todos los rincones donde se acumula la suciedad.
Consulta nuestro artículo donde explicamos los pasos a seguir para realizar un correcto engrasado y lubricado de nuestra bicicleta.
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